Tras más de una década en el circuito independiente como integrante de diferentes bandas, el artista argentino Rubén Amadeo Capizzano da inicio a su carrera solista durante el 2015 bajo el alias de “RC”.
En 2017 lanza su primer álbum Cowboy de Ciudad, que incluye 12 canciones y un homenaje a Leonardo Favio, con el cover de “Fuiste mía un verano”. Además de editarlo en dos formatos físicos, sorprende con un documental titulado Saloon Sessions, donde profundiza sobre el proceso de grabación.
RC recorre los escenarios y culmina el 2018 con un concierto íntimo en el Teatro de Morón. De esta presentación nace el documental Desde Casa, que captura la esencia del momento.
Al año siguiente trabaja en el EP Veintitrés, cuyos adelantos llegan durante el 2020 con “Cuestión de Suerte”, “Fantasmas” y “Ella”; acompañados por sus respectivos videoclips. Este material presenta una faceta más oscura y alternativa, influenciada por sonidos ochentosos y noventosos, sin perder su toque pop.
A pesar de las limitaciones pandémicas, comparte su repertorio en formato streaming para medios locales e internacionales, manteniendo vivo el contacto con su público.
El regreso de RC no sólo promete una exploración musical, sino también la oportunidad de reconectar con sus raíces, compartir la evolución artística y adelantar nuevas canciones a lo largo de este 2025.
¿Cuándo encontraste en la música tu pasión?
Desde muy chico sentí una conexión con la música. Tengo recuerdos de mis 7 u 8 años grabando los primeros casetes “compilados” o escuchando vinilos en mi casa. En el momento en que me di cuenta de que podía expresar lo que sentía a partir de la música y principalmente mi guitarra, fue un camino de ida. Creo que en ese momento descubrí que iba a ser una relación de por vida.
¿Por qué elegiste el camino solista?
Venía de muchos años en tocar formato banda, más de una década. Siempre me gusta decir que las bandas no llegan al éxito porque se separan. Son muchos años, muchos momentos compartidos y mucha negociación que en algún momento se agota.
En mi caso, sentía la necesidad de explorar nuevos caminos, nuevos ritmos y nuevas influencias. Muchas veces, en el marco de una banda, eso no es posible. Por lo que el camino solista me permitió experimentar una libertad que no había sentido previamente.
¿Qué es “Águila Sessions” y qué te inspiró a crear el tema nuevo que incluiste?
“Águila Sessions” es un trabajo que me obligó a reconectar con mi obra, repasar mi repertorio y volver a desarrollar una formación de banda para el vivo.
Luego de algunos años sin editar música, no me sentía cómodo saliendo con un disco nuevo, así como así. Es por eso que decidí revisitar mi obra, ponerla en perspectiva y de alguna manera recompartir algunas canciones que me permitieran crear un nexo con lo que viene.
“La Llegada”, tema nuevo que se incluye en el disco, es esa canción bisagra que sirve de conexión con lo que está por venir. Más allá de eso, es una canción muy especial, ya que habla de una llegada muy importante en mi vida.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos al reencontrarte después de tanto tiempo con un estudio de grabación?
No hubo un desafío en particular, ya que suelo tener cierta rigurosidad en el estudio. No necesariamente en procesos de producción continua, pero sí, al menos con el músculo de sentarme un rato y ver qué pasa.
Este disco presentó el desafío de grabarse en vivo. Por lo que hubo que poner especial atención en la ejecución, como también en la química de la banda a la hora de tocar en conjunto.
¿Qué elementos debió involucrar el álbum para considerarse terminado?
Este disco fue uno de los que “solté” más rápido. Una particularidad del proceso de grabación fue no permitirnos muchas tomas de una misma canción. A la primera o segunda pasada, si lo que escuchábamos nos convencía, quedaba.
Tampoco tuvimos demasiado ensayo previo. Eso hizo que pudiera tomarme otras libertades en todo sentido. Creo que cuando esa “alquimia” se dio en el disco, nos dimos cuenta de que el álbum estaba cerrado.
¿Como se traslada la propuesta al vivo?
“Águila Sessions” fue grabado en vivo durante dos jornadas de grabación durante fines del año pasado, por lo que es un trabajo que se traslada al vivo de manera directa.
El objetivo será poder transmitir la misma frescura que desarrollamos durante las sesiones de grabación de cada una de las canciones y permitirnos algunas libertades en cuanto al setlist.
¿Tienes algún referente musical mexicano con el que se identifiques y/o que te gustaría compartir escenario?
Hay varios artistas mexicanos que me gustan, por ejemplo: Maná, Molotov y Café Tacvba. También me gustan los corridos donde la obra Los Tigres del Norte y Los Tucanes de Tijuana me parece super interesante.
Un dato curioso es que mi primer instrumento fue la batería, donde Alex “el animal” González me parece un gran referente.
¿Cuáles son tus objetivos?
Por lo pronto, terminar de presentar todas las canciones de “Aguila Sessions” con sus respectivos videos.
Seguramente durante la segunda mitad del año lo presentemos en vivo, por lo que también hay motivación en ese sentido. Además, para finales de 2025 comiencen a salir adelantos de lo que será mi próximo disco de estudio.
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