La pasión de Sofía Valdés por la música tiene su origen en su ascendencia. Como bisnieta del músico cubano Miguelito Valdés y Silvia De Grasse, una cantante que actuó con Louis Armstrong, reconoce la deuda que tiene con sus antepasados. Su rica herencia latina que está presente a través de su música y su vida cotidiana.
Su arte inyecta emoción y honestidad en sus suaves y sensuales baladas pop, inspiradas en años de exploración. Desde aprender a tocar la guitarra a los 8 años hasta escribir su primera canción a los 13, la cantante y compositora en ascenso ha estado trabajando constantemente, llegando finalmente a un lugar donde puede lanzar su EP debut titulado Ventura, que promocionará en nuestro país como parte del Corona Capital.
Con solo 20 años, ya disfruta de una visión más amplia de su carrera, reflexionando sobre las empresas más grandes en las que se lanzó cuando decidió dejar su país de origen hace cinco años: “Ya había hecho muchos festivales y conciertos aquí en Panamá”, explica. “Eran como los festivales más grandes de Panamá y yo estaba como ‘Ok, ¿qué hago ahora?’ porque había logrado ese objetivo, así que pensé “¿qué sigue?”
Ser una hablante de inglés no nativo con TDAH y dislexia significaba que Valdés, de 20 años, tuvo que superar algunos obstáculos para lograr sus objetivos académicos: “Sabes cómo vas a la escuela y te enseñan inglés… Pero cuando tienes que tener una conversación, no sabes cómo hacerlo, pero lo entiendes, ¿sabes a lo que me refiero?”
Explicando su TDAH, dice: “Creo que mi TDAH sale cuando tengo que ser seria y concentrarme como si estuviera en un entorno escolar. El TDAH me ayudó a conseguir muchos amigos porque estaba como “¡Oye! ¡Soy Sophia! ¡Hola! ¿Cómo estás?’. Era como un pequeño labradoodle y creo que gracias a eso pude hacer muchos amigos muy rápido.
“Todo el mundo fue muy amable al respecto porque la escuela era súper internacional y había niños de todas partes, así que no poder hablar inglés perfectamente no fue una locura. La gente diría “¿Quieres decir esto?”, y me corregirían y serían muy, muy útiles. Luché mucho con el TDAH cuando se trata de estudiar en mi primer año porque siempre he estado como “tengo TDAH, voy a ir con él” y hacer lo mismo que todo el mundo estaba haciendo, y eso siempre ha funcionado para mí, pero significa que tengo que poner cuatro veces más trabajo que hacen otros niños. En mi primer año me importaba más la música y obviamente quería hacerlo bien cuando se trataba de mi escuela, pero […] me sentaba y no podía hacerlo. Y fue mucho trabajo porque fue mucha lectura”.
El TDAH también le ha ayudado a centrarse en la música y a experimentarla desde diferentes perspectivas: “Creo que entiendo que suena muy bien y así es como he podido comunicarme mejor”, dice. “Cuando se trataba de hacer música, la conseguí muy rápido, ya sea que a veces estuviera leyendo un libro y estaba como ‘qué estoy leyendo'”, añade. “Para mí eso era música, como si escuchara algo en un piano o una guitarra y lo acabo de conseguir. Y si estaba escribiendo una canción, sabía qué escribir y cómo ser súper visual con las letras. Es como un enfoque obsesivo. Me sentaría en mi habitación… Ojalá estuviera bromeando cuando digo seis horas más o menos, pero no lo estoy”.
Sofía Valdés será parte del Corona Capital de este año en la ciudad de México. Puedes ver el cartel a continuación:
