Armageddon time (2022) de James Gray recorre las escuelas primarias, museos, vecindarios y hasta estaciones de policías de la ciudad de Nueva York de los años ochenta. Ahí es donde las aventuras infantiles del protagonista se convertirán en un relato que afronta el racismo, histeria y paranoia del estilo de vida mezquino estadounidense de la época.
Paul Graff –encarnado por Michael Banks Repeta- se divierte dibujando caricaturas de su profesor que provocan la risa risueña de sus compañeros y el castigo de su maestro, sueña con ser artista pero le aburren las exhibiciones del museo, mantiene un vínculo cercano con su abuelo a diferencia de con sus padres y hermano, ¡ah sí! y además su mejor amigo es afroamericano. Paul no es consciente de que participa en una estructura que pronto quebrara todos los aspectos y deseos de su joven vida.
Hasta los años cincuenta el arquetipo estadounidense era claro: la madre en la cocina, el intachable padre de familia a la cabecera de una mesa rodeada de devotos hijos y admirables abuelos. En los años ochenta decae esa imagen ilusoria de la perfección. Para los más conservadores en 1981 presenciar la imagen de la cena de la familia de Paul, que propone Gray en una de las secuencias de su película, seria presenciar seguramente El tiempo del Armagedón.
¿Cómo se asimila a un mundo que está desplazando constantemente esa estabilidad subordinada a la autoridad y arbitrariedad? La niñez que desconoce los –anti- valores que se normalizan es quien cuestiona, sueña y expone la respuesta más sincera a esta pregunta además de ser también la premisa la historia. La niñez se dirige a la juventud, la transición y la adaptación.
Para el aficionado nacional que entra a las salas de arte del cine se podrá encontrar con dos escenarios: podrá disfrutar y enaltecer su cultura personal – tanta como aquella que ve Paul en los museos- al presenciar un drama familiar grabado en una excelente puesta cinematográfica -lo mínimo de esperarse por parte del realizador de Ad Astra (2019)-. Para quien desee permitirle a su subconsciente profundizar en el relato se encontrara con un sermón no propio de su identidad, una crítica bastante moderada e incluso suavizada.
El director se una a la línea de los juicios sobre la interpretación personal de las infancias, temas que han sido predilectos a retratar para los realizadores cinematográficos. Su esquema es exponer a la sociedad política estadounidense que se perfilaba en aquellos lejanos años ochenta como los actuales líderes continentales, sus cimientos y raíces y como un pre adolescente encarnado en el cuerpo de un niño es testigo de ello.
Jeremy Strong, Anne Hathaway y Anthony Hopkins quienes castean como la familia de Paul, integran un reparto más que satisfactorio para la talla de los artistas, un sólido apoyo en el reparto que gira en torno a la figura de Michael Banks Repeta y que en ocasiones comparte protagonismo con quien es su padre en la ficción: Jeremy Strong.
El tiempo del Armagedón, bíblicamente es el fin de los tiempos que se anuncian a través de eventos catastróficos. Tales eventos es la materia con la que se forma la película. Concluyo con la descripción de la siguiente secuencia: La familia de clase media presencia desde su televisor el triunfo verídico del actor Donald Regan como presidente estadounidense, ¡es el Armagedón!, junto a los jóvenes negros que se hacen amigos de los judíos blancos en 1981. En el instituto de Paul dará un mensaje la familia Trump sin saber que fuera de la ficción sería un lejano predecesor de Regan en la presidencia estadounidense. ¿Qué tan cerca o lejos se presencia ese llamado El Tiempo del Armagedón?
