En el vasto cosmos musical chileno, emerge una estrella cuya luz brilla con el fulgor de las emociones transformadas: Melej. Con su más reciente corte, “FACTURANDO LAGRIMA$”, el artista trasciende los límites del trap para adentrarse en un territorio donde la melancolía y la creatividad colisionan, creando un espectáculo sonoro que desafía las convenciones.
Este sencillo es un manifiesto de la catarsis emocional, un testimonio de cómo las heridas del alma pueden convertirse en el lienzo de una obra maestra. Melej, armado con su triple amenaza como vocalista, letrista y productor, nos invita a un periplo introspectivo, revelando que el arte surge no solo a pesar del dolor, sino a menudo gracias a él.
La pieza se distingue por una fusión rítmica que entrelaza el trap con sutiles matices brasileños, una elección audaz que inyecta una vitalidad inesperada a un tema cargado de introspección y desgarro. La narrativa lírica se sumerge en las profundidades del desamor y la autoexploración, emergiendo con verdades universales sobre la condición humana y el poder sanador de la música.
El video oficial es una obra de arte en sí misma, un viaje visual que acompaña al oyente a través de la psique de Melej. Entre sesiones de terapia y momentos de reflexión solitaria, el artista se desnuda emocionalmente, ofreciendo un acceso sin precedentes a su proceso creativo y personal.
Con “FACTURANDO LAGRIMA$”, Melej no solo marca el inicio de un nuevo capítulo en su trayectoria sino que también se posiciona como un pionero, un artista dispuesto a explorar las sombras para encontrar la luz. Este sencillo promete ser el preludio de un año lleno de innovación y éxitos para el chileno, quien se perfila como una figura clave en la redefinición del paisaje musical urbano.
Disponible en todas las plataformas digitales, “FACTURANDO LAGRIMA$” no es solo una canción, es una invitación a experimentar la música como nunca antes, a encontrar belleza en la tristeza y fuerza en la vulnerabilidad. Melej nos recuerda que, en el arte como en la vida, las lágrimas también pueden ser una moneda de cambio valiosa, una fuente de inspiración inagotable.
