Jorge Ruiz, conocido en el circuito musical peruano como Kachete, presenta “Señorita”, su más reciente trabajo, demostrando una admirable evolución. Durante años, la identidad de Ruiz estuvo ligada a Terreviento, un grupo que definió el underground limeño con una electricidad implacable y mensajes directos. El sonido de aquella época se basaba en la confrontación y la honestidad gritada. Con su proyecto solista, Ruiz demuestra que el cambio de herramientas se puede realizar sin traicionar el espíritu de la verdad, reemplazando la distorsión del pasado por la sutileza melódica del presente.
El proyecto Kachete se concibe como un espacio libre, una zona franca donde Ruiz experimenta sin la necesidad de esquemas musicales preestablecidos. Este espacio le permite explorar géneros que abarcan desde el rock clásico hasta el soul, generando un sonido que es intrínsecamente personal. “Señorita” se define como una balada indie pop, y al escucharla, se aprecia esa búsqueda. La canción exhibe un tratamiento cuidadoso de los instrumentos y una composición que prioriza la atmósfera por encima del impacto inmediato, creando una experiencia auditiva compleja que pide atención.
La profundidad de la canción reside en su temática central, que aborda la salud mental y la dificultad de establecer conexiones reales. La vulnerabilidad lírica se convierte en el nuevo vehículo para la intensidad de Ruiz. Él mismo comenta que el tema nació al observar la diferencia entre la imagen pública de personas en redes sociales y su tristeza interna. El texto lírico captura ese punto de quiebre emocional, ese momento donde uno se siente perdido y agotado, evidenciando que la madurez de su arte pasa por mirar hacia dentro con lupa.
La canción también funciona para destacar la interconexión de la escena local. Para dar cuerpo a esta balada, Kachete trabajó a distancia con Jack Bastante, e incorporó músicos de gran calibre. Las guitarras de Naim “El Vampiro del amor” o los coros de Camila “Gato Malo” Fischer, suman capas y texturas que enriquecen el resultado final. Este trabajo colaborativo subraya cómo Kachete se ha convertido en un punto de convergencia, un artista que utiliza lo mejor de diversos talentos para forjar su propia voz.
“Señorita” es la prueba de que un artista puede desprenderse de su sombra más grande y seguir siendo relevante. Ruiz ha logrado tomar la honestidad descarnada que fue la bandera del punk y la ha transformado en intimidad melódica. Esta canción no solo confirma la solidez de Kachete como cantautor versátil, sino que establece un estándar para la evolución artística. El público tiene ante sí una obra que invita a la reflexión, demostrando que la música profunda tiene caminos infinitos.
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