Svnderland presenta “Violet”. Una canción en la que las emociones se acumulan lentamente, envueltas en capas de guitarras que no buscan destacar, sino disolverse unas sobre otras como una bruma que se expande sin rumbo, cubriéndolo todo.
Inspirada por la melancolía envolvente de NewDad, la estructura pop de Naya Mö y las guitarras acústicas que Fontaines D.C. Incorporó en su último disco, “Violet” es también su única canción, hasta ahora, escrita en tonalidad menor. El riff inicial se mantiene a lo largo de toda la pista, como una idea fija que no cede. El bajo pulsa con calma, pero con esa constancia que recuerda a un corazón ansioso, incapaz de mentir sobre lo que siente.
Las voces, grabadas por los tres integrantes, se entrelazan gradualmente hasta convertirse en un murmullo coral: una sola mente hablándose a sí misma desde distintos ángulos. En el outro, ese murmullo se transforma en multitud, replicando el caos de los pensamientos cuando se vuelve imposible decidir cuál escuchar primero.
La letra parte de la perspectiva de alguien que, en sus momentos de menor actividad, comienza a proyectarse hacia un significant other. El coro repite: “killing time until I get you, ride the tide ‘cause now I want you”, como una súplica pasivo-agresiva que advierte sobre el peso de un deseo capaz de arrastrarlos a ambos. El segundo verso revela que el protagonista no buscó sentirse así y que ese sentimiento lo empequeñece; que se ha vuelto parte de algo que no le pertenece.
Lo que parece una confesión romántica se desdobla en algo más crudo: la horrible pesadez de existir a través de otra persona. De no poder justificar la vida si no es desde la vida de alguien más. Al final, las voces repiten como un eco inevitable: “keep you in my songs, in my thoughts” y “I’m not better, better, better”, no como un mensaje, sino como el reflejo de una dependencia que ya no puede disimularse.