La devoción por los ritmos vigorizantes y la interesante música orgánica son el estandarte del sello que fundó hace tres años. Un sello cuyo propósito es traer de vuelta a artistas injustamente olvidados o no descubiertos, músicos comprometidos con un sentimiento, haciendo que la música siga viva.
El rescate del único disco de laOrquesta La Solvencia simboliza muy bien el sentido cabal de la misión del sello El Palmas, obstinado en mantener viva la historia de la salsa en Venezuela, recuperando la música intrépida y genuina con la que se construyeron los pilares del género.
En la época en la que apareció este álbum, editado originalmente por el sello Corpodisco en 1980, “se tocaba guaguancó, guaracha, son y merengue, pero los ritmos latinos todavía no estaban etiquetados definitivamente como salsa”, cuenta Felipe Díaz, cantante de La Solvencia.
La combinación del groove natural y contagioso de los temas de La Solvencia con letras que pintan con trazos tan simples como certeros la vida cotidiana de la gente de a pie, sus alegrías y decepciones, sus urgencias y sinsabores, transformó a la agrupación en una de las favoritas del público salsero de Venezuela.Documental realizado por Miguel Alvarez.
Los discos de El Palmas Music se venden en España, Francia, México, Japón e Inglaterra, todos países con importantes nichos de cultores de la música retro. Antes Aymard había tenido otros dos sellos, Apersonal Music, que estaba más orientado a la música disco, y Galaktika, centrado en el house y el techno. Se venden en ediciones muy cuidadas a un promedio de 25 euros, un muy buen precio si se tiene en cuenta que algunos coleccionistas pagan entre 400 y 1.000 euros por los originales.
En 2024 Aymard publicará su segundo disco como músico, como el El Palmas o creando un nuevo seudónimo para defender un repertorio que combina rock clásico, post punk y música tropical. También seguirá pinchando en bares, discotecas y eventos con una propuesta que ya llevó a Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Venezuela, Ecuador y Brasil, entre otros países: salsa, merengue, reggaetón, cumbia, música disco, afro… En esa línea se mueve hoy Aymard cuando su rol es el de DJ. Y habrá más compilatorios como los que ya editó Ángel Rada, Ray Pérez o Tabaco, elogiados por medios especializados de todo el mundo. La música de Maurice Aymard suena a todo volumen y sin pausas.