Luego de luchar con todas sus fuerzas y por supuesto con cada pelo de sus axilas contra la pandemia, el hijo pródigo de Chimpancingo regresa con más sudor, olor a humanidad y un poco de esmalte.
Su Majestad Imperial, Silverio tiene nueva música bajo esa tanga roja que lo acompaña y además se unió en un arranque raro y fulminante a Canibal para crear música que volvió loco al mismo diablo. Además esto está sucediendo mientras que la CIA lleva a cabo varios experimentos con animales y sus reacciones a la música disco, llegando a la conclusión de que exponiéndolos a este género los cerdos quedan sordos y a los ratones se vuelven homosexuales…
Sin embargo en las calles se están organizando quemas públicas de acetatos discotequeros al más puro estilo nazi. Disco Sucks es el ataque conservador que intenta cancelar uno de los movimientos mas prolíficos en materia de música, baile, fiesta y sexo.
Es así como Su Majestad Imperial Silverio celebra uno de sus ritmos musicales favoritos y al mismo tiempo la estupidez humana con Satán.
Las cavernas ya no eran suficientes para ser un gran símbolo sexual, se puso a pensar que más podría brillar, no tanto como él, pero sí como una bola de espejos y se unió a Canibal para crear un álbum completo, una de ellas es “Esmalte”, melodía de puro fetiche en pies, que acompañará a los más inteligentes a crear tendencia en redes sociales, porque los demás no saben usar esa nueva tecnología y además intentarán pintarse las uñas sin salirse de la rayita. Pero si no pueden pintarse bien, podrán sacarse unas buenas fotos de sus patas y compartir los mejores memes en compañía de “Esmalte”.
Asimismo la Navidad llega con todo y moño de regalo para bailar con “Satán” y la música disco rara que suena bastante bien para la humanidad a la que le gustan las licuachelas, le va al América y hasta disfruta de los ricos tacos del Metro, esos de 5×20.
“Satán” y “Esmalte”, colaboraciones pandémicas entre Canibal y Su Majestad Imperial Silverio ya se encuentran disponibles en todas las plataformas y prometen hacer estallar las pistas de baile.
