A lo largo de nuestra existencia, ocurren situaciones y momentos que nos pueden cambiar la vida para siempre. Desde un amor fallido, la perdida de un ser querido, la muerte o extravío de nuestra mascota, etcétera. Que trae consigo cambios drásticos en nuestro estilo de vida para bien o para mal. Por fortuna, para Braulio Conde tuvo un efecto positivo desde que escuchó “De música ligera” de Soda Estéreo y después de eso nada volvió a ser igual.
El oriundo de Xalapa, Veracruz dice: “Fue gracias a este episodio que decidí involucrarme en la banda de guerra de la preparatoria y tuve mi primer contacto real con un instrumento”. Agrega: “No duré mucho ahí. Pero lo que aprendí de las percusiones fue la mecha para convencerme de que quería hacer música”.
Y es que una vez sumergiéndose en el mundo de la música no hay marcha atrás. No importa el rol que tomes en esta industria, siempre buscas más a pesar de los obstáculos y, este hombre parece poseer un profundo impulso creativo y está dispuesto a compartir los resultados.
“El proceso ha sido largo y las prioridades cambian constantemente pero he sido paciente. Fue hasta que la universidad me decepcionó y entendí que tenía que tomar las riendas de mis propios sueños para poder llevarlos al siguiente nivel. En la música nunca se llega ni muy temprano ni demasiado tarde” — Braulio Conde.
Con una pandemia encima y a medida que el artista mejoraba sus habilidades, en 2020 comenzó a componer, producir y mezclar sus propias canciones. Pero no fue hasta el año siguiente que debutó en plataformas de streaming con “Espejos de ayer”, un corte que mezcla el pop/rock de los 80’s y dream pop.
Para su segundo corte, el artista va más allá de todo y cada uno de los límites para conjurar una odisea cósmica implementando el saxofón, teclados y guitarra que se extienden hasta los 5:33 minutos.
Y finalmente llegamos al tercer esfuerzo que lleva por nombre “Sombras que no ves”, dejándonos en claro que en cada lanzamiento se reinventa y se supera. En este último material, el artista introduce unos melancólico riffs de guitarra al mero estilo de Mac DeMarco. No hay una perspectiva alegre, no hay humor irónico envuelto en cinismo, solo el espacio que deja la persona que tanto amaste.
Con un álbum en puerta, el artista Braulio Conde deja los cimientos con tres canciones para regresar con sus paisaje sonoros cambiantes y que seguramente nos sorprenderá. Puedes seguir la prematura, pero sólida carrera de Braulio Conde a través de este enlace.
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