Sin pantallas, sin luces. Solamente el público convergiendo con la música ante un escenario totalmente a oscuras. Ed Maverick finalizó la travesía de volver a los escenarios presentando su más reciente entrega “la nube en el jardín” en Monterrey.
En apenas cuatro shows en el país, el chihuahuense se enfrascó en la búsqueda de lograr una puesta en escena mística, acorde a la conceptualización de su disco.
Desde ahí partimos, su obra fue hecha para ser consumida específicamente en una sola pieza, de inicio a fin. Cómo si fuese una presentación en vivo, pues el artista hizo énfasis en que pasará bastante tiempo hasta volver a verlo en un escenario, en el mejor de los casos.
Al ruido ensordecedor del silencio absoluto, Ed marcó su presencia aún sin aparecer visible ante el ojo humano, tomando “valor de más” un mayor significado bajo una interpretación a oscuras, incluso con él fuera del escenario cantando.
No hubo distracciones, el público conectado y dispuesto a escuchar hasta la última sílaba de sus palabras. Desde los primeros acordes hasta el final en “sueños”, solamente fueron Ed y su guitarra recorriendo por completo “la nube en el jardín”, acompañados de un mar de aplausos al finalizar cada canción
El teatro enorme fingiendo ser una sala pequeña y vacía, a merced del cantante, se volcó un entorno íntimo en que pareciese solo estar viviendo a través de miles de almas escuchando su voz.
En el encore, hubo tiempo para las complacencias: Eduardo pidió a los asistentes ordenarse para comenzar a pedir los clásicos que lo popularizaron en su momento.
Fue así que canciones cómo “Fuentes de Ortiz”, “Del Río”, “Ropa de Bazar” tuvieron lugar y tiempo, mientras otras más de nicho, cómo “El Fuego en el Cielo” u “Hoy Somos Nuevos Seres” fueron también parte del setlist.
Tras dos horas, Ed Maverick dio fin al recital, no sin antes dejar avisado que nos esperan dos álbumes nuevos para el siguiente año.
Fotos y texto por: Alan Rodríguez.