Hay sonidos que no solo se escuchan, sino que se sienten como una caída lenta hacia dentro. Deep, el nuevo EP de “Amiura“, no es una colección de canciones, sino una exploración de los abismos emocionales donde la melancolía no es tristeza, sino una forma de sabiduría.
Con este estreno, la banda no solo consolida un sonido que llevan trabajando hace tiempo: lo afila, lo ensancha y lo entrega como un mapa sensible de lo que significa estar vivo, sentir, perder y trascender. F, Haru y Opening, los tres primeros sencillos, han ido preparando el terreno para este descenso hermoso hacia lo vulnerable. Cada uno propone una dimensión distinta de la nostalgia: la pérdida, la fugacidad, el inicio que ya se sabe final.
Pero es Deep, el cuarto y último sencillo que le da nombre al EP, el que corona esta travesía. En colaboración con Ulysses Venegas (Iden Gakusha), Amiura se permite coquetear con los bordes del metal, ampliando su espectro sonoro hacia lo crudo y lo eterno. En esta pieza, el amor aparece no como un sentimiento, sino como una fuerza inevitable, tan poderosa que no distingue entre vida y muerte. Aquí, la muerte no es ausencia, sino continuidad. El amor —en su forma más pura— se vuelve un eco que sobrevive a todo.
Deep es un manifiesto sonoro sobre lo que queda cuando ya no queda nada. Es música para mirar hacia dentro, para caminar en la lluvia sin paraguas, para abrazar los finales con una ternura silenciosa. Amiura ha encontrado su voz en la penumbra, y nos invita a habitarla con ellos.