Hace algunos meses, la escena punk mexicana vibró con la noticia del álbum debut de Niñoz Perdidoz. Esta banda capitalina, formada en 2021 como un proyecto solista de Ricardo Sandoval (voz y líder), evolucionó rápidamente en un cuarteto enérgico que incluye a Luis González (bajo), Paco Velasco (guitarra) y Toño Martínez (batería), conocido por su trabajo con Masappan y Chingadazo de Kung Fu.
“Un Fracaso Al Revés” desafía las tendencias actuales de los discos cortos y los sencillos virales: es un trabajo de 15 canciones que revive la potencia del punk californiano de los noventa, recordando discos como “Dookie” y “Nimrod” de Green Day. Aunque estas son sus influencias más claras, Niñoz Perdidoz también rinde homenaje a íconos como The Ramones y The Clash, con un sonido que mezcla riffs acelerados, coros pegajosos y una actitud desafiante.
El disco está encabezado por el sencillo “Influencer (Un Fracaso Al Revés)”, una crítica a la cultura de las apariencias y la fama instantánea, que la banda describe como “un himno a la autenticidad y un grito contra la manipulación”. Además, el álbum incluye dos covers ocultos que prometen dar de qué hablar entre la vieja escuela y las nuevas generaciones.
La producción corrió a cargo de Manuel Rubio Mendoza, quien supo capturar la crudeza y la honestidad de la banda en Infinhito Estudio de Grabación, en la Ciudad de México. El arte del disco estuvo a cargo de Kikidamonsta, mientras que las fotografías y los videoclips fueron realizados por Jonás Ortiz, de g21.films.